23.10.07

Silencio.


La mujer no puede resistirse a la voz que llama su alma asustada;
el hombre no puede resistirse a la mujer cuya alma es sensible a su voz.
Kundera

22.10.07

Amor!!


¡Todo era amor... amor! No había nada más que amor. En
todas partes se encontraba amor. No se podía hablar más
que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla, amor al portador,
amor a plazos. Amor analizable, analizado. Amor
ultramarino. Amor ecuestre.
Amor de cartón piedra, amor con leche... lleno de
prevenciones, de preventivos; lleno de cortocircuitos, de
cortapisas.
Amor con una gran M, con una M mayúscula, chorreado
de merengue, cubierto de flores blancas...
Amor espermatozoico, esperantista. Amor desinfectado,
amor untuoso...
Amor con sus accesorios, con sus repuestos; con sus
faltas de puntualidad, de ortografía; con sus interrupciones
cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes, de los
bomberos. Amor que exalta el canto de las ranas bajo las
ramas, que arranca los botones de los botines, que se
alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto. Amor,
incandescente -y amor incauto. Amor indeformable. Amor
desnudo. Amor-amor que es, simplemente, amor. Amor y
amor... ¡y nada más que amor!


Oliverio Girondo

19.10.07

Puro erotismo


" Era un pusilánime. Hasta se sintió vulgar, despreciable, porque apenas la espiaba de reojo, como un voyeurista adolescente que miraba calzones en los tendederos y se masturbaba imaginándose los contenidos. Cerró los ojos con fuerza, y terminó el cigarrillo fastidiado consigo mismo, nervioso y ya casi convencido de que la batalla estaba perdida. Pero, ¿por qué? Si él tenía el sexo hecho un monumento al acero de doble aleación, y sabía muy bien cómo manejar a semejante muchacha, y la colocaría así, y le besaría aquí, y la acariciaría allá, y otro poquito así, y ay, a medida que se imaginaba todo, y la veía desnuda, encandilado por el brillo incomparable (seguro, debía ser así) de su sexo profundo, negro, vertical y jugoso como durazno de estación, a medida que fantaseaba se turbaba más pero también se dolía porque empezaba a pensar, a darse cuenta de que esos pechos magníficos, esa piel oscura y brillosa y como bañada en aceite de coco, esas piernas monumentales como obeliscos paralelos, no serían para él. Le empezó a doler la cabeza. Cerró los ojos y se dijo que lo mejor era dormirse. Llegarían a Nueva York al amanecer. "



Mempo Giardinelli

16.10.07

El sentido de la belleza.

" El sexo dota al individuo de un instinto mudo y poderoso que arrastra su cuerpo y su alma constantemente hacia otro; por él, una de las dedicaciones más preciadas de la vida es elegir un compañero y seguirlo; y el sexo une la posesión con el placer más intenso, la rivalidad con la rabia más feroz y la soledad con una eterna melancolía. ¿Qué más podría precisarse para infundir en el mundo el sentido y la belleza más profundos?. "


George Santayana

8.10.07

Vidas privadas



SYBIL
: Cinco años no es mucho tiempo.

ELYOT: Si que lo es.

SIBYL: Piensas que la podrías volver a querer?

ELYOT: No digas tonterías Sibyl.

SIBYL: Pero podrías?

ELYOT: Claro que no, yo te amo a ti.

SIBYL: Si, pero tu me amas de una manera diferente; lo sé.

ELYOT: De una forma más sensata puede ser.

SIBYL: Me alegro. Prefiero esta forma de amor.

ELYOT: Tienes razón. No sirve de nada querer si no es sensatamente y con generosidad, sin dramatismos. Algo estable y dulce, que nos calme los nervios cuando lleguemos cansados. Algo extraordinariamente placentero. Y sin tempestades por escenas de celos, eso es lo que quiero. Oh, estimada, espero que no sea aburrido para ti.

SYBIL: Amor mío, como si tú pudieras ser aburrido.

ELYOT: Soy mucho mas mayor que tú.

SYBIL: No mucho más.

ELYOT: Siete años.

SYBIL: La música se ha parado y ahora puede oírse el mar.

ELYOT: Mañana al amanecer nos bañaremos.




Noel Coward.-