8.6.09

Onomástico.

Miró su agenda. Hasta las pelotas.
Se acerca su cumpleaños y no sabe cuando mierda festejarlo.
Festejarlo? dijo FESTEJARLO?
Mmmhhhhhh...
Quizas este año se anime.
Canceriana de pura cepa, siempre prefirió las cosas simples, en casa, con el pequeño círculo de seres queridos. Sus hermanos, su madre, su padre, su maestro, sus tres incondicionales amigas y sus amigos actores.
No plumas allowed. No lentejuelas allowed.
Cero noche.
Cada cumpleaños, vuelve a ser la niña que espera la torta de cumple casera hecha por mamá (no comprada, como los últimos 15 años) y la velita con los deseos.
La pequeña cena con risas, el vino de papá y la sorpresa del champagne fino en el freezer.
La canción de cumpleaños desafinada, y el vago recuerdo de una fiesta de disfraces de la primaria, en Pumper Nic.
Su abuela y los regalos de chica mayor (una vez le regaló un camisón de seda, "para que consiga novio"... sin palabras, abuela adorada)
El secreto de su verdadera vida en sus manos, y las ganas de volver a ser chica y correr a la plaza para colgarse de los trapecios.
Vestirse de princesa, y reír jugando con sus amigas.
Romper una piñata, abalanzarse sobre los caramelos, y preparar la bolsita de despedida con premios baratos de plástico.

De todas maneras, todavía falta.
Se llenó de recuerdos demasiado rápido.
Esta bien. Significa que no olvidó tanto...

3.6.09

Formas de cambiar el día...

Corte de pelo, tatuaje por estrenar, un vestido nuevo y el rouge rojo indeleble de la cábala.


Hoy salimos a conquistar el mundo....

2.6.09

Foto: Mariana Salcedo
Model: Lady Camila C

1.6.09

Coraje...

El grito retumbó en las paredes del camarín esa noche:
- Donde está?????!!!- se escuchó.
Las chicas se quedaron inmóviles. El aire se endureció. Tangas, plumas, purpurinas al borde del derrame, una peluca a medio poner y Lady que sale corriendo en medias de liga y zapatillas al pasillo.
- Que pasaaaaaaaaacaestoyyyyyyy!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! que encima que me cagás a gritos te llevaste mis cigarrillos!! - le espetó a Coco, que la esperaba con las planillas en la mano, los brazos en jarra y la ridícula camisa hawaiana abierta hasta la mitad del pecho.
-Tenías que salir hace media hora!
- Nooooo, que media hora, si te vengo preguntando y me decis que ya me vas a avisar, y nunca me avisaste!!
- Bueno, ya es tarde, ya deberías haber salido. Ahora esperá a que dé toda la vuelta de chicas y listo.
- Pero la puta madre, Coco!!! estoy acá desde la medianoche , la conc... - la puteada se desvaneció en el aire mientras volvía al camarín.
Maila la miró entrar. Ahora le tocaba a ella. La palmeó en el hombro, se acomodó el escote y con su voz suave y aniñada le dijo que se tranquilize. Ella le cedería su segundo turno.


Ese día no salió. La vuelta de las chicas se extendió hasta las 4 y media de la mañana, Maila no tenía segundo turno programado y a esa hora ya no daba para nada más. Lady lo puteó a Coco, cobró menos de lo que tenía que cobrar, se tomo un taxi y volvió a casa. Durante la semana volvería a llamar para putearlo. O para arreglar bien la hora, quizás pueda llamar un poco más sosegada.

Las luces de la ciudad se reflejaban en el vidrio del auto de alquiler. Ella, de mal humor y con sueño. De repente, le pareció ver algo. Alguien conocido. El taxi frenó en el semáforo. Ella entrecerró los ojos y enfocó la mirada. Mierda, debería haberme sacado las pestañas postizas, pensó. Si, era él. Upa, no estaba solo. Se lo veía feliz. El taxi arrancó. Ella terminó de sacarse las pestañas puteando en voz bajita (si, tuvo un día reee reee puteador). Que bueno. Se alegró por el.
Se alegró por ella. Volvió a putear, ya casi por costumbre del día, pero en realidad porque le hubiese gustado enterarse de otra manera.

No se le puede pedir a los hombres el coraje de las mujeres.