27.6.08

Discutir acaloradamente me hace perder la purpurina.

25.6.08

Un hombre se vistió de blanco hoy, para abrir su jaula.....

24.6.08

Momento...

El momento terminó. Ella, exhausta, se deja caer a su lado. El mira el techo. Sin decir nada, se levanta de la cama y se dirige al baño. Prende la luz, que se cuela entre los vidrios esmerilados de decoración, y cierra la puerta. La luz amarillenta tiñe la cama e inunda a Lady en una niebla que se parece mas a un cuadro de Goya iluminado que a su propia vida.
Por la ventana, la luna se asoma indiscreta y espía su cuerpo desnudo. Lady le hablaba. Le contaba cosas. Esta vez, la mira fijo. Y justo un segundo despues, una lágrima cae.
Es la luna, que no soporta el silencio.

17.6.08

Ella tiene tantas preguntas...


... y un arma en la mano...
Foto: Pablo Picotto
Mod.: Lady C

14.6.08

Buenas noches...

Bodega Séptima y Lady os saludan...

13.6.08

al filo del sábado...

Ya es de noche. Faltan minutos para que comienze el sábado.
Lady aún lleva la semana encima. Prepara una sopa instantánea mientras busca las pestañas postizas. Hoy, se le antoja la peluca carré. Ya preparó, arriba de la cama, la ropa que va a usar.Los tacos...ya los conoce. No es necesario ponérselos ya. Mira la foto de casamiento de su madre, al lado del espejo de luna, suspira y lleva el rímmel hacia sus ojos. El ritual se completa con un trago ultimado y el cigarrillo lejos del esmalte recién aplicado.
Suena, de fondo, Starsailor. Tie up my hands. Vuelve a suspirar: su gata está en celo hace dos días y agradece tener la noche ocupada en una fiesta para no escucharla. Ayer no la dejó dormir.
Lady vuelve al espejo: se examina. La gota de perfume entre sus pechos fue exacta, en otra época le recriminaban el exceso (pero cuanto le gusta usar Halloween...).

Apaga las luces, agarra la cartera y sale.
Va a ser una noche larga. Buenos Aires espera y ella está lista para la ciudad.

Mas agradecimientos en el día de hoy...

Gracias Absinthe!!!

Tuneada de blog, a cargo de mi padrino blogger.

Post...según él.

Ella baja del auto y corre, como escapando, a la puerta del edificio. Jamás mira atrás, entra apurada, y desaparece.
Pateo el acelerador, como si el auto fuese un caballo y mis botas tuvieran espuelas. “No pienses”, me digo. “No sientas” me grito. Alcanzo la avenida y acelero aún mas.
Ahora el que escapa soy yo. Busco los cigarrillos, y al intentar encender uno, me doy cuenta de que mis manos tiemblan. Todavía están impregnadas con su aroma. Desesperado enciendo la radio para acallar las voces que me dicen que de la vuelta y vaya a buscarla para llevármela lejos.
La radio vomita una melodía conocida: “English Summer Rain”. Se me corta la respiración y pienso en que el universo tiene un sentido del humor bastante cínico. Como yo. Cuando el amor es negado, la mejor manera de encarar la vida es no tomársela en serio. Funciona para mí.
La avenida se ensancha y no hay autos alrededor, asi que vuelvo a patear a mi pura sangre, que relincha enfurecido y me lleva lejos, cada vez más lejos, pero no hay donde correr, ni donde esconderse. Por más que corra, para mí ella sigue sentada en el asiento del acompañante, mirándome con compasión y ternura, estira sus dedos para tocar mi frente, pero un centímetro antes se desvanecen, mezclándose con el humo del cigarrillo.
El motor ruge embravecido, la velocidad aumenta. No hay distancia que me separe de ella. Jamás la hubo.
Mis ojos se nublan y siento como algo tibio baja por mi mejilla. Estiro la mano y alcanzo la botella de tequila. Me tomo casi la mitad de un sorbo. Es inútil: no existe antídoto para este veneno.

Gracias Capitán...

Ojalá que, cuando me case, mis jueves sean así de ardientes....

http://www.chicasdelosviernes.blogspot.com/

12.6.08

Volver


Volver a ese momento... en el que te sentás en la cama y SABES que te están mirando...y sentirte la mujer más hermosa del mundo...

Foto: Pablo Picotto (http://www.chicasdelosviernes.blogspot.com)
Modelo: Lady Camila Carrara

Post...

Sabía bien lo que estaba haciendo. Ella juega con fuego...y sabe que se quema. Crea su propio infierno y se despereza en él, aún sabiendo que el verdadero infierno empieza después.
Se levantó. El aún la miraba, embelesado, tendido a su lado, en la cama.
Comenzó a vestirse. Eran las once de la noche. El reloj, implacable, no le daba la tregua que necesitaba para acomodar sus pensamientos. Unos segundos después, él se levantó también. Empezó a buscar su ropa. Los preparativos para la salida fueron en silencio. Sepulcral. Alguna sonrisa cruzada, "encontré una media, creo que es tuya (de quien si no es mía?, pensaba para sus adentros)", "te quedan cigarrillos?", un roce ocasional de manos...
Subieron al auto. Todavía sentía en las mejillas el calor de las sábanas, de la almohada, de su piel.
-Te alcanzo...
- ...
-Dale, donde vas?
-Para Palermo. A ver a una amiga.
-OK.
-No, dejá...estás a tres cuadras de tu casa, no te desvíes.
-No voy a mi casa.
-...ok...
Sus mejillas se congelaron. Instintivamente, ella subió el cuello de su polera hasta tapar la nariz.
El viaje se hizo larguísimo: cada semáforo duró el doble, cada cuadra era contramano y los obligaba a abrirse. La radio se hizo eco del silencio, silencio que reinó todo el viaje.
Llegaron a destino. El la miró. Ella demoró devolver esa mirada. El tomó su cara con las manos y la obligo a mirarlo. Ella se hundió en sus ojos negros, negrísimos. Disparò un "chau"a media voz, desvió la mirada y se bajó. Entró al edificio con su llave, se escondió en la escalera de servicio, se sentó y lloró.

No tenía nada que reclamar. Su propio infierno acababa de comenzar.

9.6.08

Todos los lunes... el lunes. Fuckin sarcasmo.

Alienación: Término genérico que comprende todos los trastornos intelectuales, tanto los temporales o accidentales como los permanentes. En sociología, y dentro de la teoría marxista, es la despersonalización que en la sociedad capitalista sufre el proletario a causa de un trabajo que le es totalmente externo. Recientemente se emplea el término para indicar el efecto despersonalizador de la civilización de masas, del consumo, etc. La filosofía existencial ha puesto de relieve el punto común entre estas diferentes acepciones de alienación. El alienado (sea mental, proletario o social) es una persona que no se siente cómodamente instalado en su entorno. La relación con los demás se ha roto o deteriorado. Su comportamiento es inadaptado. El alienado mental lo es porque su mente tiene cortados los puentes a la realidad externa y por lo mismo vive en un mundo ficticio. El proletario puede adaptarse pero a costa de perder su personalidad. El alienado social sólo se siente bien siendo como los demás, sin llamar la atención. No se trata de una adaptación sino de una disolución de personalidad, es el típico esclavo de los mass media, tan frecuente en el mundo moderno.


Pocas, pocas, poquísimas, contadas con los dedos de una mano... son las cosas que salvan sus lunes, de ser o parecerse a lunes.

8.6.08

La distancia es la peor manera de decir "te amo"...

5.6.08

Flores para Lady...

Uno, solo un hombre le envía flores a Lady cada tanto. Son rosas, siempre rojas. Un sola vez, le envió rosas amarillas. Es el hombre más lejano, y a la vez, el más cercano. No es su padre, no es su hermano...tampoco su amante, ni su jefe, ni alguno de sus amigos, ni algun primo lejano, ni un ex, ni un vecino, ni un cliente, ni un colega.
Pero ella no puede dejar de pensar en él, en algún momento, cada día de su vida...

3.6.08

Putita

No se pierdan este texto...sublime.

Importado desde el blog de mi amigo Pablo, una desvergonzada cultura cibernetica de las mujeres reales.
Dense una vuelta, no van a dejar de sorprenderse. La mejor lengua y el ojo màs avizor de Almagro, a vuestra disposición.

Enjoy it.


http://chicasdelosviernes.blogspot.com/2008/06/putita-y-mucha-honra.html

Filosofía de tocador...


Deseos de ser otra... o no.

Entró al bar con él. No de la mano, no debían verse ni sentirse juntos. Ella sólo quería pasar un rato con él, el solo quería tomarse un destornillador para bajar la última raya que había aspirado.
Era un bar stripper, con hermosas mozas jóvenes atendiendo en ropa interior.
Lady, la única clienta en el bar, observó las demás mesas: estaban ocupadas con hombres de las mas diversas ocupaciones: trajes, camperas de cuero, camisas escocesas... Día de semana, las diez de la noche, y lo único que estaba por explotar era la curiosidad de Lady.
Se miró desde afuera: sus pantalones anchos y el vestido ceñido le parecieron metros y metros de tela comparado con las minúsculas bikinis de las camareras. Volvió la mirada hacia su compañero de mesa: él estaba ausente, aferrado al trago largo y naranja. Ella había pedido lo mismo, miró su vaso y sonrió.
Empezaba un show: ella aprovechó para atraer la mirada de su amigo y se levantó para ir al baño. El no la registró. Estaba absorto en los cuerpos ondulantes que pasaban a su lado. Instantáneamente, las miradas de las otras mesas dejaron de prestarle atención a la mujer del show, y se tornaron hacia Lady. Se fijaron en la extrañeza de una mujer con ropa en ese recinto, y de repente, se convirtió en el objeto más deseable del lugar. Se transformó en LO extraño, en LO erótico. Mientras caminaba hacia el baño, podía sentir las miradas clavadas en su espalda, en sus piernas, en su cabello.
Entró al baño y se miro en el espejo. Estudió su cuerpo como si no fuera de ella. Examinó su cara, su pelo, sus ojos, como si debiera decidir la compra del combo que la conformaba. Se miro durante varios minutos. Deseó sacarse la ropa. Deseó sacarse esos metros y metros de tela, deseaba histéricamente ser la única mujer del bar, la única mujer del mundo, para él. Deseó que su cuerpo fuera igual al de otras mujeres, para que él la mire como a las demás. Odió, amó y entendió a la Teresa de Kundera. Se abrochó el vestido, se lavó la cara y volvió a la mesa. Su compañero seguía con la vista clavada hacia el frente. Sin girar la cabeza, le preguntó en un murmullo si estaba todo bien. Lady asintió, y mató de tres sorbos lo que le quedaba de vodka.

Una hora después, salieron. Lady volvió a su casa, sola, con la cabeza implosionando a cada imagen que se le aparecía. Entro a su casa y se dirigió inmediatamente al baño. Encendió la luz y se miró. Era la misma. El mismo vestido, el mismo cabello.

Sólo sus ojos miraban diferente.