Ella llega del trabajo, cargada con las bolsas del supermercado. Empezó la primavera, y la brisa demasiado fresca de la noche la congestiona. Reparte las bolsas arriba de la mesa de la cocina, y se saca la ropa de la calle. Musculosa, pollera cómoda y a cocinar.
Se sirve una copa de vino tinto, guarda las compras y planea la cena.
Cuando va a poner música, encuentra ese cd. Lo mira, recuerda... esa música oscura, pero esperanzadora, está en su mano. Años sin escucharlo. Lo duda. Lo guarda. Lo vuelve a sacar. Se compone y lo pone en la notebook. Empiezan a sonar auroras, atardeceres, planes de futuro... ella se estremece. levanta la cabeza y nota que YA se despego. La música, si quiere, la transporta. Pero al presente, no al pasado. Se felicita por haberle mandado una copia cuando se llevo las cosas del hogar común : ojala el pueda disfrutar el cd como ella, ahora, nuevamente....
Saca la carne de la heladera, la sala y pela las papas. Prepara la asadera con base de aceite, acomoda las papas y la carne y hace llover cebollas recién cortadas. Al horno.
Lava y corta las frutillas, las espolvorea con azúcar y prepara la crema chantilly.
Revisa la carne, esta en camino. Procesa una lata de pimientos con mostaza, y baña la carne con la salsa. Al horno.
Su copa se termina. Se sirve nuevamente, se sienta a resolver un mahjong, y a esperar la llegada de Ángel.
1 comentario:
Hermoso.
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