Los preparativos van viento en popa. Angel se dedica poco, es un desastre con agenda. Eso sí, él maneja las cuentas. Cuando Lady trabajaba, Coco tenía que deducirle todas las propinas de los bailes porque ella mezclaba todo.
Será un casamiento muy tranquilo. No esperan romper la noche, ni quieren alquilar un salonazo e invitar a 100 personas. Les parece un derroche de telas, papel y flores.
Solo será el pequeño civil (ellos dos y los testigos) y una ceremonia laica en ese lugar especial (ese, el de ellos solos). El festejo... lo que fluya. Abril es un mes complicado.
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