Sé perfectamente cuantas ilusiones voy a echar por tierra cuando lean esto. Pero las ladys; especialmente Lady Camila; también vivimos. Las ladys nos levantamos con las arrugas de la almohada, nos probamos cinco conjuntos de ropa hasta decidir cuál nos queda mejor o cuál nos representa más ese día, puteamos por el colectivo, trabajamos, almorzamos en el escritorio de la oficina, rezongamos por los tacos, maldecimos al compañero que nos lanza un piropo guarango pensando que así es un rana bárbaro, nos peleamos con nuestro jefe, con nuestros clientes, insultamos vía mail, vía blackberry, vía msn, vía communicator; volvemos a putear al colectivo; buscamos la ropa en el lavadero, compramos comida para los gatos, si nos queda una mano libre (con la carpeta laboral, la ropa del lavadero y la bolsa de comida de los gatos) pasamos por el super a comprar lo que hace falta para que la señora que limpia tenga por lo menos lavandina para desinfectar algún rincón de la casa; llegamos a casa, soltamos las bolsas, ... y lloramos un rato. En realidad, lloramos un buen rato, sobre todo cuando mandamos sms a amigas que están en la facultad y no pueden responder, o cuando mamá esta descansando, o cuando la hermana esta tan contenta que no puede escuchar más que su propia voz. Lloramos por un feriado repentino insoportablemente largo. Por un anochecer que no puede tapar con purpurina. Por extrañar ciertas luces de neón.
Cuando las ladys nos desgañitamos de tanto llorar, nos secamos las lágrimas, nos miramos al espejo, levantamos la cabeza y hacemos la cama. Ordenamos. Lavamos. Limpiamos. Pensamos qué nos vamos a poner en la fiesta de esta noche. Escribimos en el blog. Nos servimos un trago. Nos fumamos un cigarrillo. Y esperamos...
3 comentarios:
Por raro que arezca, era una chica normal de su barrio, tambien.
Yo me pregunto eso a veces.
Que hace Lady cuando no hay tanto brillo?
Que hace la mujer maravilla cuando no hay ladrones que atrapar?
O superchica cuando no patrulla la ciudad, o gatubela cuando no trepa edificios, o Marge Simsons cuando nadie se mete en problemas?
Que hacen?
Seran chicas normales de su barrio?
Bueno... no es una mala espera, no?
Miladi, vos no necesitas ni maquillaje ni purpurina porque tenés brillo propio, y ninguna lagrima lo puede opacar. Sabelo
beso
A
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