Inconvenientes ocn un nuevo piercing de nariz.
Lady ya tiene uno. Decidió innovar. Se compró una argollita sin fin.
Camino al banco, pensaba contenta en su autoregalo. Llegó a la cola del banco. Mientras esperaba, lo saco para verlo. Con TANTA mala suerte, que se le desarmó, y la pieza mas pequeña fue a parar al piso. Granulado gris y blanco. Ella, en cuatro patas, buscando el pedacito caído. La cartera a un costado, borcegos, jean elastizado, y ella con la jeta pegada al piso viendo si podía distinguirlo al ras del suelo. Los demás clientes la miraron, y empezaron a cogotear el suelo. Ella se vió en la obligación de explicarle, a los clientes y al señor de seguridad, que hacía. Al minutos, seis personas, como ella, en cuatro patas, buscando, con sendos papeles blancos y barriendo el piso.
- es importante...? le decían..
- Claro!! me lo acabo de comprar y sale $100 !! (todos sabemos que un piercing de nariz solo cuesta $20, pero ella necesitaba ayuda)
Todo el que llegaba a la cola de la caja, entraba automáticamente en la búsqueda.
Obviamente, no lo encontró. Depositó su cheque, con la promesa de que mañana a la mañana barrerían y lo encontrarían.
Pasó nuevamente por el local y compró otro. Esta vez, lo abriría en la seguridad de su casa y sobre una toalla oscura.
Y como es una demente, se sacó el de ella (que es apenas mas finito que el nuevo) e intentó ponérselo. Lloró frente al espejo durante diez minutos, hasta que pasó.
El tema es que la pieza que cierra (la que perdió anteriormente) es tan chiquita, que sus dedos no pueden sostenerla. Probó con una pinza de depilar, pero el espejo le devuelve la imagen al revès. Cero coordinacion.
Así que quedó con un piercing a medio colocar, esperando ver a su amigo a la noche (que colocaba piercing) que llegará con el instrumental necesario para terminar de cerrarlo.
Aunque, en realidad... le guste más como le quedaba el otro.
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