El momento terminó. Ella, exhausta, se deja caer a su lado. El mira el techo. Sin decir nada, se levanta de la cama y se dirige al baño. Prende la luz, que se cuela entre los vidrios esmerilados de decoración, y cierra la puerta. La luz amarillenta tiñe la cama e inunda a Lady en una niebla que se parece mas a un cuadro de Goya iluminado que a su propia vida.
Por la ventana, la luna se asoma indiscreta y espía su cuerpo desnudo. Lady le hablaba. Le contaba cosas. Esta vez, la mira fijo. Y justo un segundo despues, una lágrima cae.
Es la luna, que no soporta el silencio.
2 comentarios:
A veces el silencio aturde. Otras veces es el silencio todo lo que queremos oír. Todo depende.
Feliz cumpleaños trolita!
Te quiero hasta el infinito... Y MAAASS ALLAAAAAA!!!
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