11.1.09

Sábado a la noche

Ella esta sentada frente a la compu, sola.
Hoy no habia show para nadie. Está tomando cerveza, fumando y escuchando la banda de sonido de "House of 1000 corpses". Todavía, sobre su cuerpo, la purpurina de la noche anterior.
Cada tanto hay sábados así.
Hoy es diferente. No sé porque la gente cree que ella tiene fuerza para afrontar las cosas. NO LA TIENE: sepanlo. Bajó 6 kilos, su cintura está en llamas y sus piernas danzan cuando camina. Ahora sale a la calle con tacos, minis de jean y remeras blancas. Ella provoca, y de alguna manera se exorciza del mal que le hicieron. Aunque por dentro sea un conejito muerto de miedo. Playboy, pero muerto de miedo.
Hoy cayó en cuanto le habian ocultado. Ella tenía un amor. Ella tenía un hogar. Se desvío del camino. Se perdió. Cuando regresó, ya era tarde. SE RINDIO. Hasta acá, todo normal. Lo normal es ahora el duelo, empezar de nuevo, etc. Pero porqué ella no puede?
Su mundo volvió a dejarla de lado. A no contar las cosas. Los fantasmas vuelven a aparecer. NO cuesta tanto responder "si" o "no" ante las preguntas. Ella necesita la verdad para empezar de nuevo. Se la niegan, de una u otra manera. Si es "NO", duelo, palo y a la bolsa. Si es "SI"... bueno, costará un poco más, pero es lo mismo: duelo, palo y a la bolsa.
Pero está en una encrucijada de la que no puede salir. Las mismas caras que le cerraron la puerta hace años, se la vuelven a cerrar. Y eso no se soporta dos veces en la vida. Se encierra en maquillajes, divas y caños.
Ha gritado por celular, ha gritado por sms. La respuesta: el silencio. Ese silencio que aturde y no deja oír.
Prende un cigarrillo atrás de otro. Ahora suena Rob Zombie puro. Es sábado y estalla de nicotina, cerveza y música al palo.
Trata de calmarse. Piensa en su próximo viaje a la costa, con una banda y de gira. Piensa en las próximas vacaciones con amiga y sobrina en las sierras. Piensa en el viaje a Francia que planea para el año que viene (no es Brasil, peor bueno... vale) . Recorre la casa contando baldosas, cambia el papel del baño, pone ropa a lavar, hace la cama, ordena los cd`s desparramados de la mesa. Imposible. En algún lado, está su mundo y ella no está ahí.

Suena el timbre. Su amigo. Trae más cerveza, sonrisas y brazos para contener.
Ella deja de llorar. Se suena los mocos. Los ojos de su amigo están ahí para levantarla. La obliga a bañarse y quitarse los restos de purpurina del día anterior. Dulcemente, le saca la pintura corrida de llorar. Ella se viste: pollera a la rodilla, remera holgada y zapatos de taco chino. El pelo, recogido, con una flor. Make up? apenas base, rimmel y algo de color en las mejillas. Se mira al espejo. No hay rastros de la femme fatal de las últimas semanas. Su amigo sonríe. Y la lleva a una fiesta llena de drag queens, freaks y musica moderna.

Hoy va a estar del otro lado de la fiesta. Del lado que mira. Hoy va a jugar a ser la espectadora.
Y no piensa más en las palabras...


1 comentario:

Malena dijo...

siempre hay alguien que te va sacar de la maraña del recuerdo y la melancolia, con la esperanza de robarte una sonrisa.
lo importante es no cerarrarse y dejar que quien quiere estar en las peores no se sienta echado...
muy buenos los ultimos escritos...
suerte!